lunes, 18 de mayo de 2009

Venganza

He pasado el fin de semana escribiendo correos y redactando informes. Todos y cada uno de ellos son de un espesor más espeluznante que el anterior. Cada uno trata de algún apasionante asunto administrativo o de gestión que dependen de alguien que no ha hecho sus deberes. Uno a uno, he seleccionado a mis peores acreedores de tareas, y he perpetrado un informe específico para cada cual, según sus carencias. Certeramente, mis informes y correos lanzan pelotas a tejados ajenos. Con cariño los he guardado todos en borradores y he pasado la tarde de domingo pensando en mis queridos burócratas que el lunes, entre bostezos y resoplidos se dispondrán a afrontar la pertinaz semana. Me he levantado muy temprano para poder darle a enviar todas las veces que fueran necesarias. He saboreado con regocijo un café mientras leía una y otra vez "aun en funcionamiento".
Esta va a ser una gran semana. No me molestarán al menos hasta el jueves y quizás, sólo quizás, pueda sacar algo de trabajo adelante.

5 comentarios:

pab dijo...

Me halaga mucho el ejercicio de estilo, Ivan y creo que lo has bordado.
Pero... espero que ese aire maquiavélico de quien se regocija y recrea por adelantado en la desgracia ajena sea de creación propia, porque si voy dando esa imagen y no me doy cuenta, me lo voy a tener que hacer mirar ;)

Ivan dijo...

Gracias por pasarte y por el cumplido, Pab.
Aunque la intención iba más por el espíritu de inocua rebeldía antisistema que desprenden algunos de tus textos, al final ha salido lo que ha salido...No te niego que la maldad es propia, uno no puede evitar ser como es.

Pero de todos modos,
tu háztelo mirar, que no está de más.

Vuelve cuando quieras, estás en tu casa.

pab dijo...

ouch... touchée :)

Manu dijo...

No infravalores al enemigo, para el martes tendrá urdida una espesa cortina de humo: Deficiencias en la adecuación formal de su escrito...Hundirán tu semana y apenas habrán sudado, volviendo con renovada energía al Marca y al resayuno de las 12

Ivan dijo...

y que lo digas... ando ahora sumido en un mar de burocracia. Que bien.