martes, 12 de mayo de 2009

¿Y ahora que hacemos?

Es el fin del mundo tal y como lo conocemos.

No, no ha quebrado google (aunque está próximo). Tampoco se han extinguido aún las simpáticas foquitas que mueren apaleadas por fieros esquimales canadienses (¿Por qué harán eso, pudiendo alimentarse de hielo?). Tampoco se ha completado el deshielo. Ni el atleti ha ganado la Champions. Ni gripe A, no gripe O: han despedido al tío del pelo blanco.

No tienen corazón los de TVE. No saben lo que han hecho. Gracias a su labor, la seguridad social se ha ahorrado miles de millones en consultas inútiles, que se pueden diagnosticar por la tele. Gracias a su programa, mi vecina descubrió que, en contra de lo que le decían todos los médicos que visitó, lo que ella tenía era Poliquistosis Renal Autosómica Dominante en lugar de cagalera, yo tuve que comer cáscara de pepino en la ensalada una temporada y todos tenemos uno o más tensiómetros en casa. Además, en círculos conspiranoicos se rumorea que es el responsable de la prohibición del uso de los termómetros de mercurio. Por no hablar de las humildes empresas de productos farmacéuticos, que han podido continuar con su labor de salvar al mundo gracias a la publicidad insertada en su programa.

En su lugar, han colocado al doctor Luis Gutierrez, que ya triunfara como Buntz en Canción Triste de Hill Street. Veremos si supera a su predecesor, pero lo veo dificil. ¿Será este el año en que se pongan de moda las autooperaciones de páncreas guiadas telefónicamente?

Veremos. Yo de momento he cogido un par de citas con médicos al azar para tener guardado el sitio, más que nada, en previsión de la avalancha de jubilados huérfanos de diagnósticos.

2 comentarios:

Manu dijo...

Después de Bartolomé Beltrán, nada ha vuelto a ser lo mismo...

Ivan dijo...

Ya imagino lo que se podría emitir hoy en día: operaciones a corazón abierto, uso de las microcámaras, trasplantes de jeta a la francesa, selección genética de niños-farmacia... y por su puesto, los martes, punción lumbar.